Bartolomé Márquez
29.09.2011 23:25
«Yo le ruego que se vengue…»
Los lectores de la carta del mártir español Bartolomé Márquez estaban asombrados de ver un llamado a la venganza en su última carta. Entonces vieron que su llamado no era por derramamiento de sangre humana para vengarse por él, sino para que más personas vinieran bajo la sangre de Jesús.
«Yo les ruego que tomen venganza cristiana tratando de hacer bien a los que me hicieron daño», retaba Márquez a otros creyentes. «Espero verlos donde yo estaré pronto, en el cielo».
Los comunistas españoles mataron a Márquez, junto con muchos otros pastores, en 1939. Su carta final era una epístola de gozo a su esposa y sus hermanos y hermanas cristianos.
«En unas pocas horas, conoceré los regocijos inexpresables de los benditos. ¡Qué fácil es la muerte de los perseguidos por la causa de Cristo! Dios me da un privilegio inmerecido: morir disfrutando su gracia.
«Mientas mi corazón lata», le escribió a su esposa. «Latirá con amor por ti. Cuando me sentenciaron por defender los altos ideales de la religión, la patria y la familia, las puertas del cielo se abrieron para mí. En recuerdo de nuestro amor, aun más intenso ahora, por favor considera la salvación tu alma como tu obligación suprema. De esa manera estaremos unidos por la eternidad en el cielo. Ahí nadie nos separará».
“Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.” Romanos 16:20
Tomado del libro: Devoción Extrema. Pag. 300