Irán: ¡El poder de Dios se perfecciona en la debilidad! (2 Cor. 12:9)

 

"No me pongas bajo prueba"

Maheen y su esposo habían organizado varias iglesias de casa formadas por ex-musulmanes. Hace un tiempo atrás, su esposo había sido arrestado por la policía secreta y había pasado varios meses en la cárcel. Posteriormente fue dejado en libertad bajo fianza, a la espera de su juicio. Durante el período de su cautiverio su esposa oraba una y otra vez: "Oh Señor, yo no estoy dispuesta para ir al confinamiento solitario. Temo el aislamiento y las condiciones horribles, por favor, no me pruebes más allá de mis fuerzas..." Maheen dijo a Dios, que no era lo suficientemente fuerte como para soportar el suplicio de los interrogatorios; y que, por ello, posiblemente podría revelar los nombres de los demás cristianos, e incluso negar a Jesús.

 

Testimonio valiente

Tres días más tarde, la policía secreta estaba de pie en su puerta y se la llevó. Su peor pesadilla se hizo realidad. Le colocaron una venda sobre los ojos y la pusieron en confinamiento solitario. Unas horas más tarde llevaron a la asustada hermana para ser interrogada. "Pero entonces – dijo – sentí el poder del Espíritu Santo y mi miedo se fue". Ante el juez y el funcionario islámico, testificó sobre su fe cristiana. "Fue un honor para mí hablarles a estas personas acerca de Jesús", recordó luego en una entrevista con Puertas Abiertas. El juez duramente le increpó que esto iba a tener consecuencias severas diciéndole además: “¡No se puede evangelizar aquí a los musulmanes!” Maheen a su vez le contestó: "Si escondo la verdad, tengo que responder por esto ante Dios". La llevaron de vuelta a su celda. Al día siguiente repitió este mismo testimonio ante el tribunal, diciendo que era creyente en Jesús.

 

Visita nocturna

A la tercera noche recibió una visita. El juez entró en su celda. Maheen tenía miedo de ser violada por él y estaba temblando. Pero el hombre la tranquilizó: "No tengas miedo. Lo que has dicho acerca de Jesús está dando permanentemente vueltas en mi mente, no lo puedo olvidar. Necesito la salvación y creo que él te ha enviado a la cárcel para que yo pueda recibir esta verdad. Por favor, ora por mí, para que pueda salir del infierno en que vivo". Maheen no lo podía creer. Por tres horas habló con él sobre el evangelio. Ella no tenía ninguna duda de que el juez hablaba en serio. Finalmetne confesó sus pecados y se convirtió a Jesucristo. El juez dijo que por primera vez en su vida sentía en su interior una verdadera paz. Al despedirse le pidió a Maheen que no hablara con nadie sobre esta conversación. Él trataría de sacarla de la cárcel.

 

Verdaderamente Maheen fue liberada unos días después. Ella y su esposo siguen estando en contacto con el juez y su esposa. Los dos ahora siguen a Jesús. El juez les dijo que conocía a algunos clérigos islámicos que también estaban interesados ​​en la fe cristiana.

 

La República Islámica de Irán y Corea del Norte son unos de los países donde los cristianos están siendo más severamente perseguidos en el mundo. Sin embargo, las nuevas casas iglesias son de cristianos de origen musulmán. Casi tres cuartas partes de los aproximadamente 450.000 cristianos en el país son antiguos musulmanes.

 

Pedidos de Oración

* Demos Gracias a Dios por el testimonio de Maheen y su esposo, y porque Él les dio la fuerza necesaria para profesar su fe. Asimismo sigamos orando por la protección de nuestra hermana junto a su familia de Irán.

* Demos Gracias a Dios por el juez y su esposa, ya que Él en Su sabiduría permitió que esta pareja recibiera el mensaje bíblico. Oremos para que puedan crecer en su nueva fe.

* Oremos por todos los cristianos de Irán, especialmente aquellos que antes fueron musulmanes. Y oremos muy especialmente por los que se encuentran detenidos en Irán - algunos esperando la pena capital - para que puedan salir en libertad.